EL GRAN DICTADOR

(Parte de una ficha publicada por www.amnistiacatalunya.org)

“El gran dictador” es una película de Charles Chaplin del año 1940, cuando apenas empezaba la Segunda Guerra Mundial y, por tanto, bien poco se sabía del holocausto y otras atrocidades nazis.
Realizada en pleno apogeo del Tercero Reich, es una valiente sátira en la cual Chaplin, en la primera de sus películas habladas, ridiculiza los totalitarismos políticos.

Argumento: Un barbero resulta ser el doble exacto del dictador de Tomania, Adenoid Hynkel. Hynkel fomenta el antisemitismo entre la población para distraer su atención de las graves dificultades económicas del país, a la vez que prepara planos militares expansionistas. En una escaramuza, Hynkel es confundido con el barbero el cual, a su vez, coge la identidad del dictador.

El argumento de la película refleja el ascenso de Hitler y sus políticas militaristas y racistas, que acabaron desencadenando la Segunda Guerra Mundial. El segundo punto del Preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos hace referencia de manera inequívoca, pero sin mencionarlos, a estos hechos: «Considerando que el desconocimiento y el desprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie que han ultrajado la conciencia de la humanidad…”.

REFLEXIONES Y PREGUNTAS SOBRE ALGUNOS “TEMAS DE FONDO” DE LA PELÍCULA:

  • ¿El nazismo es una ideología que todavía tiene seguidores?
  • ¿En qué consistió el Holocausto?
  • ¿Es un buen recurso la utilización del humor, para exponer situaciones tan dramáticas como las que desencadenó el nazismo?
  • La película fue prohibida en Alemania e Italia, además de otros países (en España, durante toda la dictadura franquista). ¿Por qué los dictadores lo primero que hacen es restringir la libertad de expresión?
  • Hoy en día hay gente, incluso historiadores, que contra todo tipo de evidencias y testigos niegan la política de exterminio contra los judíos que diseñó el régimen nazi. ¿Qué explicación pueden tener estas actitudes negacionistas?
    • Otros colectivos que sufrieron las políticas de exterminio nazis fueron los gitanos, los homosexuales y personas con diferentes discapacidades. A parte de que las cifras de estas víctimas sean menores, ¿por qué se ha hablado mucho menos? ¿Por qué son casi invisibles, dentro de la extensa filmografía existente sobre las políticas de exterminio nazis?
  • ¿Es legítimo relacionar de alguna manera, como hacen algunas personas, el genocidio que sufrieron los judíos durante la Segunda Guerra Mundial con la política hacia los palestinos del actual estado de Israel?
    • El dictador Hynkel/Hitler es un personaje que en ningún caso tendría que haber llegado a tener el poder de un país: narcisista, infantil, tomando decisiones importantísimas que acaban convirtiendo la vida de los judíos en un infierno y trayendo la guerra a toda Europa… Pasa a veces, que grandes catástrofes históricas son el resultado de la llegada al poder de personajes tan nefastos como Hitler. ¿Cómo se explica, en su caso, que llegara mediante unas elecciones democráticas?
  • Buscar personajes históricos que en tiempos más recientes hayan instigado actuaciones belicistas, disparatadas y de efectos terribles. ¿Qué valoración ha hecho, de su comportamiento, la comunidad internacional? ¿Ha sido equitativa, o ha variado en función del país al cual pertenecían? (por ejemplo, si era presidente de los Estados Unidos o de algún pequeño estado africano…).

Leer con detenimiento el discurso final de la película, el mensaje que Chaplin quiere hacer llegar a los espectadores.

DISCURSO FINAL DE “EL GRAN DICTADOR”

Lo siento, pero yo no quiero ser emperador; ese no es mi oficio. No quiero gobernar ni conquistar a nadie, sino ayudar a todos si fuera posible. Judíos y gentiles, blancos o negros.

Tenemos que ayudarnos unos a otros. Los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacerlos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos. La Tierra es rica y puede alimentar a todos los seres.

El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las almas. Ha levantado barreras de odio. Nos ha empujado hacia la miseria y las matanzas.

Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado nosotros. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado y sentimos muy poco.

Más que máquinas, necesitamos humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura. Sin estas cualidades, la vida será violenta. Se perderá todo.

Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de estos inventos exige bondad humana. Exige la hermandad universal que nos una a todos nosotros.

Ahora mismo mi voz llega a millones de seres en todo el mundo, a millones de hombres desesperados, mujeres y niños. Víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a gentes inocentes.

A los que puedan oírme, les digo: no desesperéis. La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen seguir el camino del progreso humano.

El odio de los hombres pasará. Y caerán los dictadores. Y el poder que le quitaron al pueblo, se le reintegrará al pueblo. Y así, mientras el hombre exista, la libertad no perecerá.

¡Soldados, no os rindáis a esos hombres! que en realidad os desprecian, os esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen lo que tenéis que hacer, que pensar y que sentir. Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como ha ganado. Y como a carne de cañón.

No os entreguéis a esos individuos inhumanos, hombres máquinas, con cerebros y corazones de máquinas. Vosotros no sois máquinas; no sois ganado. Sois hombres. Lleváis el amor de la humanidad en vuestros corazones. No el odio. Sólo los que no aman, odian. Los que no aman y los inhumanos.

¡Soldados, no luchéis por la esclavitud, sino por la libertad! En el capítulo XVII de San Lucas se lee: el reino de Dios está dentro del hombre. No de un hombre ni de un grupo de hombres, sino de todos los hombres. En vosotros.

Vosotros, el pueblo, tenéis el poder. El poder de crear máquinas, el poder de crear felicidad. Vosotros, el pueblo, tenéis el poder de hacer esta vida libre y hermosa. De convertirla en una maravillosa aventura.

En nombre de la democracia, utilicemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble, que garantice a los hombres trabajo. Y dé a la juventud un futuro. Y a la vejez, seguridad.

Con la promesa de esas cosas, las fieras alcanzaron el poder. Pero mintieron. No han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán. Los dictadores son libres, sólo ellos. Pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer nosotros realidad lo prometido. Todos a luchar para libertar al mundo. Para derribar barreras nacionales. Para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia.

Luchemos por el mundo de la razón. Un mundo donde la ciencia, donde el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad.

¡Soldados, en nombre de la democracia, debemos unirnos todos!

Charles Chaplin

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