10. Si no puedes lograr todos tus deseos… ¿por qué no los reduces?
Sólo es inmensamente rico aquel que sabe limitar sus deseos. Voltaire
Disminuid los deseos; es como si aumentaseis las fuerzas. Jean-Jacques Rousseau
Si no quieres ver tus deseos frustrados no desees jamás sino aquello que sólo de ti depende. Epicteto de Frigia
Nuestro deseo desprecia y abandona lo que tenemos para correr detrás de lo que no tenemos. Michel de Montaigne
DEMASIADO DE TODO
¡Qué difícil que es el cultivo de la gratitud en una sociedad de abundancia!
Demasiado de todo, sobresaturación y excesos que provocan insensibilidad.
Demasiada disponibilidad e inmediatez.
Demasiado dispendio.
Todo ello nos lleva a un territorio emocional en el que aflora la exigencia y la prepotencia. “¿Quieres algo? ¡Exígelo!”. ¿Te dan algo? Lo das por sentado.
Desaparece la conciencia de que la propia existencia es un don y podemos llegar a pensar que las atenciones que nos dan nuestros padres, nuestra familia, nuestros profesores ya vienen en el pack.
Consecuentemente, cuando damos algo por descontado y no aparece, nos enfadamos, rabiamos y exigimos. Y esta forma de ser la transmitimos a nuestros hijos. “¡Lo quiero ahora, no más tarde!” Y se lo damos.
Y, al consentir, desaparece la paciencia de su mapa de valores, dejamos de vacunarles en la frustración necesaria, y evitamos que aprendan a gestionarla sin dañarse o dañar.
En la sociedad de la sobreabundancia en la que “tenemos demasiado”, es muy difícil conformarse con poco y esto dificulta que la gratitud crezca. Un niño al que a diario le regalan un juguete posiblemente acabará no dando importancia a este obsequio. Está demasiado saturado y, por lo tanto, insensibilizado.
BONDAD EN ACCIÓN – Libro de M. Mercè Conangla y Jaume Soler – Amat Editorial
Vídeo DE TODO, UN POCO (De youtube.com/enricsegarrabosch Lista 12)
https://www.youtube.com/watch?v=lQ-UpNYiQ0k&list=PLCiK7zXZkfUXBd2XrhqUciGSP79DRrp-T&index=14&t=2s