TENÍA UNA DEUDA (y 7 cuentos más muy breves)

TENÍA UNA DEUDA

 Tomás, de ochenta años, estaba cavando en el jardín trasero de su casa. Un vecino que le vio cavar, lleno de curiosidad, le preguntó:

-¿Qué estás haciendo, Tomás?

– Voy a plantar cocoteros -contestó el octogenario.

-¿Esperas llegar a comer los cocos que den estos árboles? -dijo con sorna su vecino.

-Probablemente no -fue su respuesta-, pero toda mi vida he comido cocos de árboles que no había plantado. Y esto hubiera sido imposible si otras personas no hubieran hecho antes lo que estoy haciendo ahora. Sólo estoy pagando la deuda que tengo contraída con ellos.

Del libro APLÍCATE EL CUENTO de Jaume Soler y M. Mercè Conangla – Amat Editorial

 

SÓLO ESTOY DE VISITA   Anthony de Mello

Durante el siglo pasado, un turista de Estados Unidos visitó al famoso rabino polaco Afees Hayyim. El turista quedó sumamente sorprendido al ver que el hogar del rabino era un sencillísimo aposento lleno de libros. Su único mobiliario era una mesa y un banco.

-Señor rabino, ¿dónde están sus muebles? -inquirió el turista.

-¿Dónde están los suyos? -preguntó a su vez Afees.

-¿Los míos? Yo sólo estoy de visita en este lugar.

-Pues yo, también -dijo el rabino.

Del libro APLÍCATE EL CUENTO de Jaume Soler y M. Mercè Conangla – Amat Editorial

 

UN JARDÍN DE ROSAS

El poeta Coleridge recibió un día la visita de un admirador. Cuentan que en el transcurso de la conversación, surgió el tema de la niñez y la educación:

-Creo -afirmó con rotundidad el visitante- que debe dejarse a los niños total libertad para que piensen y actúen desde que son muy pequeños y que puedan tomas sus propias decisiones sin que nosotros intervengamos. Sólo así podrán desarrollar al máximo toda su potencialidad.

-Ven a ver mi jardín de rosas -le dijo Coleridge- acompañando a su admirador hasta el jardín.

Al verlo, el visitante exclamó:

-¡Pero esto no es un jardín… esto es un patio lleno de maleza!

-Solía estar lleno de rosas -dijo el poeta-, pero este año decidí dejar a las plantas de mi jardín en total libertad de crecer a sus anchas sin atenderlas. Y este es el resultado.

Del libro APLÍCATE EL CUENTO de Jaume Soler y M. Mercè Conangla – Amat Editorial

¿POBRE O RICO, TENER O SER?

Había un hombre muy rico y un hombre muy pobre. Cada uno tenía un hijo.

Un día el rico subió a su hijo a una montaña:

-Mira -le dijo-. Todo esto de ahí abajo un día será tuyo.

Otro día subió el pobre y le dijo a su hijo:

-Mira.

Del libro APLÍCATE EL CUENTO de Jaume Soler y M. Mercè Conangla – Amat Editorial

 

LANGOSTAS HUMANAS   Dr. Orrison Swett Marden

Una langosta cuando queda en una parte seca de la superficie de las rocas, no tiene el instinto ni la energía suficiente para regresar al mar, sino que espera que el mar venga hacia ella.

Si el mar no llega, la langosta se queda donde está y muere, aunque el más pequeño esfuerzo le hubiera permitido alcanzar las olas, quizás a menos de un metro de distancia.

Del libro APLÍCATE EL CUENTO de Jaume Soler y M. Mercè Conangla – Amat Editorial

 

¿VACÍA O LLENA?

Alejandra caminaba con su padre cuando este, de repente, se detuvo en una curva del camino. Después de un breve silencio le preguntó:

-Además del cantar de los pájaros, ¿qué oyes, Alejandra?

La niña prestó atención aguzando sus oídos. Después de unos segundos respondió:

-Papa, estoy oyendo el ruido de una carreta que se acerca.

-Muy bien -respondió el padre-. Tienes razón, se está acercando una carreta vacía.

Alejandra asombrada preguntó a su padre:

-¿Cómo sabes que es una carreta vacía si aún no la has visto?

Entonces el padre respondió:

-Es muy fácil saber cuando una carreta está vacía, por el ruido que hace. Cuanto más vacía está la carreta, mayor ruido hace.

Alejandra se convirtió en adulta y siempre que veía una persona interrumpiendo una conversación y hablando demasiado de sí misma de forma inoportuna o violenta o presumiendo de lo que poseía, tenía la impresión de oír la voz de su padre diciendo:

-Cuanto más vacía está la carreta, mayor es el ruido que hace.

Del libro APLÍCATE EL CUENTO de Jaume Soler y M. Mercè Conangla – Amat Editorial

 

¿LA MISMA TAREA?

Tres albañiles estaban desempeñando la misma tarea, cuando un hombre que desde hacía rato los observaba, se acercó a ellos.

El hombre le preguntó al primer albañil:

-¿Qué está usted haciendo?

A lo que el albañil respondió:

-¿Acaso no lo ve? ¡Estoy apilando ladrillos!

Y continuó con su trabajo, después de hacer un gesto molesto, debido a que consideraba que el hombre le había hecho una pregunta tonta y de respuesta obvia.

El hombre repitió la misma pregunta al segundo albañil. La respuesta no se hizo esperar:

-¿No ve que estoy levantando una pared?

El hombre, perseverante, volvió a formular la pregunta al tercer albañil quien también respondió al particular interrogatorio con una amplia sonrisa llena de orgullo, diciendo:

-¡Estoy construyendo el hospital infantil del pueblo!

Del libro APLÍCATE EL CUENTO de Jaume Soler y M. Mercè Conangla – Amat Editorial

 

ES PARTE DEL REGALO

Una niña en África, le dio a su maestra un regalo de cumpleaños. Era un hermoso caracol.

-¿Dónde lo encontraste? -preguntó la maestra.

La niña le dijo que estos caracoles se hallan solamente en cierta playa lejana. La maestra se conmovió profundamente porque sabía que la niña había caminado muchos kilómetros para buscar el caracol.

– No debiste haber ido tan lejos sólo para buscarme un regalo -comentó.

La niña sonrió y contestó:

-Maestra, la larga caminata también es parte del regalo.

Del libro APLÍCATE EL CUENTO de Jaume Soler y M. Mercè Conangla – Amat Editorial

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.